Un San Lorenzo diezmado venció a Quilmes, 96 a 83, por la Liga Nacional de Básquetbol.
Por Marcelo Solari
Cualquier equipo que tenga que soportar tres ausencias en una misma noche seguramente verá disminuido notoriamente su potencial. No fue el caso de San Lorenzo de Almagro. A pesar de haber luchado hasta donde pudo, Quilmes no consiguió frenar a un equipo iluminado, que lo venció por 96 a 83, y sigue siendo el mejor de la Liga Nacional de Básquetbol.
A las conocidas bajas de Selem Safar y Gabriel Deck, se sumó a último momento la de Matías Sandes, afectado por un malestar estomacal. Ni aún así, Quilmes -no jugó el desgarrado Diego Cavaco- consiguió emparejar la tremenda demostración de un conjunto que llegó a su noveno triunfo consecutivo.
Los primeros compases del encuentro resultaron favorables al local, que pudo obtener leves ventajas gracias al inusitado protagonismo ofensivo de Ivory Clark, bien secundado por Tracy Robinson.
Sin embargo, San Lorenzo es un equipo al que no puede otorgársele una mínima ventaja, ya que rentabiliza cada oportunidad.
Encontró espacios Nicolás Aguirre y de pronto el líder de la Conferencia Sur pasó a ganar 16-21 y, para peor, Santiago Scala abrió aún más la brecha con un triple (16-24). En ese tramo final del primer cuarto, el “tricolor”
se secó desde afuera, y ni siquiera pudo forzar adentro para generar faltas personales.
Limitado de personal, el entrenador Julio Lamas propuso durante lapsos prolongados la defensa zonal. Así minimizó la incidencia de los internos quilmeños y se protegió de las faltas personales, a riesgo de liberar un poco más a los tiradores rivales.
En tanto y en cuanto comenzó a ejercer esa sual de Bpremacía defensiva, San Lorenzo empezó a aumentar ventajas. Con la puntería de su tiro abierto (Santiago Scala sobresalió, con 4/5 en triples en el primer tiempo). Precismante un tiro lejano del imparable Scala estableció la máxima diferencia (29-42).
Quilmes estaba complicado, aunque Robinson rescató una pelota que se iba por el fondo, se abrió, recibió la asistencia de Bruno Sansimoni y anotó un triplazo para refrendar su muy buena primera mitad.
Ofensivamente no estuvo mal. Ante el dispositivo zonal respondió con respetable eficacia desde afuera. Pero no pudo aguantar semejante repertorio del conjunto que posee el mejor ataque de toda la Liga. El visitante tiró 8/17 triples en los primeros 20 minutos y apenas cometió 4 faltas (no le dio tiros libres a su rival).
Esa relativa tranquilidad con que llevaba el “santo” las riendas del partido se prolongó al tercer cuarto. El actual campeón había logrado conservar un margen en el orden de los 14/16 puntos, con mucho poder de gol en diferentes manos y sus bondades defensivas.
Quilmes parecía como aletargado -probablemente por mérito del rival-, hasta que encontró un par de corridas que le devolvieron la fe poco antes del final del tercer cuarto (59-67). De todas formas, amparado por sus misiles lejanos, el “azulgrana” conservaba la calma (11/22 en triples, 50%, antes de ingresar al cuarto decisivo.
Abajo en las cifras, el conjunto de Javier Bianchelli salió a jugarse todas su fichas. Presionó, redobló su intensidad tratando de desgastar a un rival con pocos elementos disponibles y con un supremo esfuerzo, luego de un triple de Clark y una buena ráfaga de Eric Flor, consiguió acercarse a 70-75, a 6m40s del epílogo.
Sin embargo, San Lorenzo no tenía por qué preocuparse. En una noche redonda adelante, los francotiradores Marcos Mata y Scala (11 de 14 triples entre ambos) ajusticiaron las intenciones quilmeñas, poniéndole así freno a su mejor serie de la temporada (tres victorias seguidas).
Síntesis
Quilmes (83): L. Vildoza 7, E. Ruiz 9, T. Robinson 16, I. Clark 15 e I. Basualdo 5 (FI). A. Eslava 4, E. Flor 19, B. Sansimoni 8. DT: Javier Bianchelli.
San Lorenzo (96): N. Aguirre 11, G. Díaz 12, M. Mata 22, M. Calfani 12 y J. Meyinssé 20 (FI). S. Scala 19, L. Fernández 0. DT: Julio Lamas.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Alejandro Chiti y Oscar Britez.
Parciales: 16-24, 36-47 y 61-70.